CAP. 36. LA CARRERA POPULAR DE BREIDHOLT Y EL COMPROMISO DE TODO UN CLUB
fotos: Kike Caba
LA CARRERA POPULAR Y EL COMPROMISO DE TODO EL CLUB
Hoy he podido ser testigo de nuevo del compromiso de todos los padres y madres del club, de mi club, el Leiknir con sus niños, viendo como todos colaboraban para que este nuevo evento deportivo saliera a la perfección y no faltara ni un solo detalle.
Al principio me asombraba la implicación y colaboración de todos en todo lo concerniente al club, pero ahora, ocho meses después, ya no me puede impresionar nada. Todo les sale de corazón, ponen el corazón en lo que hacen y las cosas hechas con el corazón siempre salen bien.
Hoy el evento organizado por el club para recaudar fondos para llevar a los niños a disputar la Gothia Cup en Suecia, ha sido una carrera popular.
Cientos de niños, padres y madres e incluso abuelos han participado de esta carrera en la que competían en tres distancias: dos kilómetros, cinco kilómetros y diez kilómetros, todos ellos alrededor del humilde barrio de Breidholt.
He podido ver como padres se desvivían porque no faltara ni un detalle, organizando, limpiando, atendiendo en la barra, repartiendo dorsales, todo estaba perfectamente controlado y diseñado por ellos.
Todos los inscritos pagaban su dorsal y he podido ver con dorsales desde niños pequeños de dos años hasta abuelos y abuelas de... bueno, a partir de cierta edad, la edad no se dice... Todos participaban: niños, padres y madres empujando el cochecito con sus pequeños runners dentro, padres en bicicleta con sus perros a su lado y jugadores de los distintos equipos del club, su club, mi club, el Leiknir de Reikjavik, sin duda alguna, el orgullo de Breidholt, este sencillo barrio de la capital.
Pasaban las diez de la mañana y llegaban los primeros a inscribirse, sin prisa pero sin pausa y charlaban mientras tomaban café en el club esperando la salida a las once de la mañana.
Como siempre que me encuentro libre, allí estaba captando con mi cámara esas imágenes que a mí me gusta fotografiar, lo extraño, lo inusual, las sonrisas, las miradas, la ilusión y la amistad y sobre todas ellas, una imagen dejó fijada mi mirada en ella sin poder pestañear siquiera.
Me llamó poderosamente la atención la salida, junto a los más pequeños, en primera línea de salida, cual fórmula uno, de una mujer mayor con la mirada de una niña pequeña, la sonrisa amplia, las mejillas sonrosadas y una gorra de marinero, de Capitán marinero, miraba ansiosa al frente para salir a competir con los pequeños... Todo eso era normal, supongo que puede verse en muchas carreras, en muchos lugares, lo que no estoy muy habituado a ver es como corre, como compite, como se ilusiona tan solo con participar, una mujer mayor ayudada de un andador para mantenerse en pie, para caminar, para correr...
Y salió, corrió, acompañó a los pequeños, no sé si a algún familiar, lo que sí sé es que no dejaba de sonreír cuando salió, no dejaba de sonreír durante la carrera y no dejó de hacerlo cuando cruzó la meta, con su gorra de capitán calada y sin andador... Unos cien metros antes de llegar a la meta, su pongo que sería su hijo, montado en bici y acompañado de un bonito labrador negro, le recogía el andador y ella hacía esos cien metros sola, sin andador, pero sonriendo, siempre sonriendo y alzando los brazos, sabiéndose vencedora, al cruzar la meta en esta fría mañana del verano islandés.
No he dicho antes que la carrera se celebraba a tan sólo tres grados de temperatura, pero con un calor inigualable que desprendía el hermanamiento, la amistad y el buen ambiente que reinaba alrededor del club.
Con todos allí trabajando de manera completamente altruista por su club, yo no podía ser menos y con mi cámara en ristre, me puse a hacer fotos, a inmortalizar los momentos de gran ambiente y de calor humano que se podía ver, se podía oler y se podía saborear a través de los ojos de este gaditano adoptado en Islandia.
Nueva experiencia, bonita, preciosa experiencia, nuevo aprendizaje, nueva forma de participar de las sonrisas de los niños, de las miradas de los padres, del barrio, del club, del Leiknir, del orgullo de Breidholt.
Kike Caba
5 de Mayo de 2016